Naturalezas del riesgo o riesgos de la naturaleza

FAPASA

En el contexto del acuerdo de colaboración entre la Asociación Argentina de Liquidadores y Peritos de Seguros (AALPS) y FAPASA, les ofrecemos este artículo escrito por Mariano Gauto, liquidador de siniestros. El integrante de la Comisión Directiva de la AALPS aborda la complejidad de asegurar riesgos naturales, enfatizando la importancia de la evaluación previa a emitir pólizas, entre otros temas.

Es evidente que al momento de contratar, vender u ofrecer una cobertura a un Asegurado tenemos en cuenta en primera instancia la solicitud y la necesidad de nuestro asegurado sea cual sea el riesgo a asegurar

El PAS toma en cuenta riesgos mensurables cosas que pueden llegar a ocurrir teniendo en cuenta múltiples variables y factores, pero qué ocurre cuando el riesgo que intentamos amparar depende no de nosotros sino de la naturaleza y el medio ambiente en el cual estamos inmersos

Desde hace varios años a esta parte nos encontramos con un historial de antecedentes de tormentas huracanes granizo de gran tamaño incluso caída de rayos que generan daños desproporcionados o de gran magnitud

El riesgo frente al cual estamos menos preparados es el que acontece debido a fenómenos de la naturaleza sea una tormenta de viento, descargas de rayos o una granizada e incluso inundaciones no es suficiente o nunca sabemos cómo valorizar o cuánto va a dañar esa tormenta nuestro el riesgo que aseguramos.

«Muchas veces se nos ve como los malos de la película, pero generalmente cuando eso sucede, es porque las herramientas disponibles no son utilizadas de manera correcta o porque el propio Asegurado es quien no permite que los PAS lo ayuden»

El Asegurado confía plenamente en el juicio de su Productor de Seguros y en el respaldo de la Aseguradora al momento de actuar, pero volviendo al planteo inicial: ¿Cómo hacemos para determinar si el Valor a Riesgo (VAR) es acorde a la Póliza que estamos por emitir, o si vamos a caer indefectiblemente en la tan temida regla proporcional o prorrata? ¿Cuál es el momento ideal para hacer dichas correcciones? Y, lo más importante: ¿Estará nuestro asegurado de acuerdo en las tasas y primas que se aplican para tal fin? La incertidumbre inherente a estos eventos puede dificultar la determinación del valor a riesgo adecuado para una Póliza. Los PAS deben equilibrar la protección del Asegurado con la sostenibilidad financiera de la compañía.

Convengamos que ninguno de nosotros espera que las hormigas marchen en fila llevando su carga hacia el hormiguero, para determinar si es momento de aumentar sumas porque comienza la temporada de tormentas. Hoy contamos con innumerables herramientas que posibilitan y facilitan pronósticos desfavorables climatológicamente hablando, muchas veces la realidad supera ampliamente los modelos, y nos encontramos ante un siniestro de tal magnitud que lo primero que nos invade es la incertidumbre de ver dónde estamos parados en el global de nuestra cartera de Asegurados. Así como contamos con esas herramientas, también existen otras que nos ayudan en el día a día a poder mensurar el patrimonio que debemos proteger.

Como Liquidador de Siniestros y Averías, muchas veces llegamos luego de que el daño ya está instalado y sólo nos queda realizar la comparativa (Reclamo, Daños Reales Sufridos, Coberturas, Sumas Aseguradas) y emitir un dictamen. Como reza el ya añejo dicho: “El liquidador está para que el Asegurado no cobre de menos, pero también para que la Aseguradora no pague de más”.

Muchas veces se nos ve como los malos de la película, pero generalmente cuando eso sucede, es porque las herramientas que mencioné más arriba, no son utilizadas de manera correcta o simplemente porque el propio Asegurado es quien no permite que los PAS lo ayuden, aceptando sumas aseguradas acordes, u ocultando información que consideran no necesaria para el aseguramiento de su patrimonio, haciendo que la liquidación de daños se vuelva una experiencia negativa en todos los aspectos y para todos los actuantes.

Como bien manifestaba mi colega, Damián Villamea en la edición anterior de esta colaboración AALPS – FAPASA (ver nota): la inspección previa es un detalle fundamental al momento de emitir, nos brinda información de base para poder realizar los cálculos necesarios para cubrir como corresponde un riesgo.

Vamos a la punta del ovillo (para riesgos patrimoniales), la Suma Asegura de la cobertura incendio edificio: Para la mayoría de las Pólizas es el principio de todo, es de donde se desprenden otras sumas aseguradas de distintas coberturas subyacentes. Si se realiza una inspección previa, ya contaremos con ese dato y actuaremos según las paridades que el mercado nos brinde. ¿Pero qué ocurre cuando un Asegurado viene disconforme de otra Compañía, u otro colega que no supo asesorarlo correctamente? O cuando un PAS moviliza toda su cartera porque las condiciones que brinda tal o cual Aseguradora favorece a sus Asegurados, es allí cuando no podemos dejar que todo se acomode solo y rezar para que no ocurran eventos de la naturaleza, es allí cuando el PAS debe actuar, analizar y recomendar de la mejor manera a sus clientes.

«Hay zonas donde cotizar es más fácil por la cantidad de información que tenemos disponible, otras en las que se debe ahondar en investigación de colegios de arquitectos/ingenieros, calculadores web, revistas de especialidad, y hasta incluso a los mismos proveedores»

Generalmente, la opción más rápida y objetiva para calcular el Valor a Riesgo (VAR) en edificio, es calcular la superficie cubierta total en M2 y multiplicarlo por el valor de construcción al momento de emitir. Ojo, hay que tener en cuenta que un metro cuadrado de construcción no cotiza lo mismo en Comodoro Rivadavia, o en Formosa. Hay zonas donde cotizar es más fácil por la cantidad de información que tenemos disponible, otras en las que se debe ahondar en investigación de colegios de arquitectos/ingenieros, calculadores web, revistas de especialidad, y hasta incluso a los mismos proveedores.

Tampoco es lo mismo cotizar un galpón avícola o de maternidad porcina, que un piso en Puerto Madero o una vivienda familiar en el barrio de Belgrano en CABA, pero el viento, el granizo o los rayos que puedan llegar a impactarlos sí serán del mismo cielo y quizá de la misma magnitud. No olvidemos el fatídico tornado que azotó Bahía Blanca el 16 de diciembre de 2023, y que la madrugada del 17 de ese mes azotó CABA y parte de la provincia de Buenos Aires, dos puntos del país alejados y sin embargo con severas consecuencias humanas y materiales, en poco tiempo.

Volviendo al aspecto cotizador, también tenemos que tener en cuenta el contexto económico volátil que atraviesa y atravesó nuestro país que, si bien varias aseguradoras del mercado nos proveen herramientas para facilitar la “Contención” de variables: Acortando los plazos de vigencia, aceptando coberturas de incendio con menor sumas aseguradas pero a primera pérdida absoluta, e incluso emitiendo en dólares americanos, ajustando cláusulas Swing; no es suficiente llegado el caso del siniestro de gran magnitud causado por un fenómeno natural. Es por eso que este artículo trata de aunar criterios con todos los PAS, brindando quizá una de las herramientas puntuales para generar la base de una póliza sólida y evitar a futuro malestares con los Asegurados. Teniendo la convicción de haber actuado correcta y técnicamente de manera profesional. Sabiendo que ese riesgo se valoriza en esa SA y disminuyendo o anulando directamente cualquier tipo de infraseguro.

Además de esa gran tranquilidad de asegurar bien un riesgo, esto retroalimenta positivamente al PAS dado que, al generar esa correcta cotización o incremento acorde al riesgo en las sumas aseguradas y coberturas, esto le significa una ganancia extra, ya que actualizar no sólo es un beneficio para la Aseguradora, sino también en las primas y objetivos alcanzados, generando además una cartera sólida tanto en activos como en confianza hacia el PAS.

«Además de la tranquilidad que genera asegurar bien un riesgo, esto retroalimenta positivamente al PAS dado que, al generar esa correcta cotización o incremento acorde al riesgo en las sumas aseguradas y coberturas, esto le significa una ganancia extra»

Cuentan con todas las herramientas para realizar las cotizaciones de manera profesional y acorde, tienen la capacidad y cintura para ganar la confianza del Asegurado, sea chico mediano o grande. El contexto no ayuda mucho, pero resguardarlos ante futuras tormentas es fundamental para proteger el patrimonio y activos que tanto costó alcanzar. En resumen, enfrentar los riesgos naturales requiere una combinación de conocimiento técnico, herramientas actualizadas y una comunicación efectiva con los Asegurados.

Seguramente, y eso deseo, esta próxima temporada de tormentas (octubre- marzo) nos encontrará con menos discusiones por indemnizaciones y con más anécdotas favorables tanto para Productores Asesores de Seguros y Liquidadores de Siniestros y Averías.

¡Sigamos trabajando juntos para proteger patrimonios y enfrentar los desafíos que la naturaleza nos presenta!