En el marco del convenio de colaboración entre la Asociación Argentina de Liquidadores y Peritos de Seguros (AALPS) y FAPASA, presentamos este artículo del liquidador Damián Villamea, secretario de la entidad, que se refiere a la importancia de la inspección previa para garantizar la efectividad y viabilidad del contrato. Destaca que este proceso permite evaluar diversos aspectos, tales como la calidad del bien a asegurar, las condiciones del lugar, las medidas de seguridad implementadas, así como identificar riesgos potenciales.
En la actualidad pensar en una inspección previa, es hablar de grandes riesgos o solo la necesidad de verificar si un vehículo es el que queremos asegurar, y con el tiempo se ha dejado de lado para los riesgos menores.
La realidad es que esta debería considerarse como central al momento de generarse un nuevo seguro, una nueva póliza o modificación de una de ellas. En la inspección previa se debería considerar que la necesidad que tiene el asegurado de trasladar un riesgo a un contrato, haya sido realmente plasmada en la operación.
“En la inspección previa se debería considerar que la necesidad que tiene el asegurado de trasladar un riesgo a un contrato, haya sido realmente plasmada en la operación”
En esta acción delegada, generalmente, en un inspector debe ser contributiva en la construcción del contrato de seguro nuevo que se está ejecutando o que el cambio que se pretende en un contrato existente está siendo considerado por la Aseguradora, para la continuidad en el riesgo asegurado.
Por ello considero que esta es central para la consolidación del contrato.
En la generalidad de esta, podemos identificar entre otras:
- Calidad moral del asegurado. Central para cualquier contrato que pretende ser considerado de buena fe.
- Conocer su existencia frente al pedido recibido. El riesgo que se inspecciona se encuentra en el lugar que decimos que está, responde al verdadero interés asegurable de quien está solicitando cobertura, ¿se utiliza de la manera que se está solicitando?
- Cuidado del riesgo a asegurar. Se debe identificar qué tipo de cuidados y medidas preventivas el dueño de la cosa le presta al bien. Desde donde guarda su vehículo, como es su instalación eléctrica o medidas de seguridad frente al riesgo.
- Calidad del bien. Esto nos permite conocer el carácter constructivo, la calidad de sus bienes, identificar a cuáles de ellos se le debe prestar más atención frente a una contingencia y la importancia de este en el patrimonio del asegurado, haciendo la pregunta; es suficiente o abarcaría los riesgos a los que está expuesto.
- Recomendaciones. Después de efectuar esta visita o puesta frente a una persona que conoce o se encuentra educado en el ámbito del seguro, que acciones se pueden ejecutar que nos permita cuidar de mejor manera con la baja de la probabilidad que algo le ocurra, proponiendo acciones de cuidado activas o pasivas, con el afán de que éste no sufra un daño que genere un mal momento al asegurado, e incluso bajar la tarifa en función del menor riesgo que se logra.
En conclusión, la inspección previa tiene una fuerza que por muchos no es valorada de la manera que debiera, donde muchas veces pesa más su costo económico o tiempo material que insume, que las ventajas que esta trae para la convivencia de un contrato de seguro, que debiera generarse a largo plazo, con el bien asegurado propiamente dicho.
“Se debe identificar qué tipo de cuidados y medidas preventivas el dueño de la cosa le presta al bien”
La inspección previa ayuda a conocer el riesgo, las coberturas que se le entregan y consecuentemente facilita todo ante un siniestro, permitiendo resolverlo o recomponerlo de manera más ágil y expeditiva, sin necesidad de estar determinando si corresponde o no, o si cumple con el principio básico de que debe ser un hecho súbito, accidental e imprevisto.
Obviamente, no hacerlo, trae aparejadas consecuencias negativas para el mercado del seguro y principalmente para la relación del PAS con el asegurado.
Solo algunos ejemplos para que se entienda la importancia de la inspección previa.
¡¡A partir de un incidente en una pileta de natación dentro de una póliza de integral de consorcio, descubrimos que el edificio tenía pileta y SUM!! La falta de conocimiento de la existencia de estos amenities en un consorcio que nos pasó el administrador, hizo no prever la cláusula de pileta de natación en la cobertura de Responsabilidad Civil.
“La inspección previa ayuda a conocer el riesgo, las coberturas que se le entregan y consecuentemente facilita todo ante un siniestro”
Otro caso: en una PYME que había cambiado de razón social por motivos económicos, que había utilizado el mismo predio para construir también las nuevas edificaciones de la nueva empresa, se generó un conflicto de gravedad al momento de comparar el valor a riesgo contra el valor real, y lo que involucraba el contrato. El haber sido notificada la Aseguradora, no solo del cambio de razón social, sino también de las edificaciones que se utilizaban para la nueva empresa, se hubiese ahorrado más de un dolor de cabeza y eliminado el riesgo de “perder al cliente” a partir de no haberlo asesorado y no poder cumplir el rol del seguro frente a un siniestro de daños.
Así podremos encontrar infinidades de ejemplos, y aunque la Aseguradora decida no inspeccionar, inspeccionemos nosotros, visitemos, veamos la real necesidad del Asegurado, que nos permita realmente poder demostrar la importancia del SEGURO.