La inundación de Bahía Blanca dejó tras de sí una devastación sin precedentes, pero también sacó a la luz el papel fundamental de los Productores Asesores de Seguros, quienes, más allá de su rol técnico, se convierten en pilares emocionales y solidarios para las comunidades afectadas.
La reciente inundación en Bahía Blanca ha desbordado no solo las calles de la ciudad, sino también los corazones de aquellos que la padecieron. La devastación que dejó a su paso este fenómeno climático ha puesto en evidencia la fragilidad de nuestras ciudades ante eventos de tal magnitud. Sin embargo, no todo en esta tragedia es dolor, porque en medio del caos y el dolor, emerge la figura del Productor Asesor de Seguros, un profesional que, más allá de los números y las coberturas, se erige como un verdadero pilar humano para contener y ayudar a los damnificados.
FAPASA expresó su solidaridad con los bahienses, reconociendo que este tipo de catástrofes no solo ponen a prueba la infraestructura de una ciudad, sino también la capacidad de respuesta de una sociedad. Pero la solidaridad no solo se manifiesta en palabras, sino en hechos concretos. Los Productores Asesores, en su cercanía con la comunidad, están siendo mucho más que simples intermediarios entre asegurados y aseguradoras: son los brazos que contienen, que guían, que acompañan a las familias en medio de su desesperación.
Es en momentos como este cuando se comprende la relevancia del correcto asesoramiento. Muchos de los afectados desconocen las diferencias entre las coberturas de seguros, un vacío de conocimiento que deja a muchos en una situación de incertidumbre al momento de reclamar. La falta de cultura aseguradora en el país es uno de los grandes desafíos que enfrenta el sector, y eventos como esta inundación lo subrayan con dureza.
«Este tipo de catástrofes no solo ponen a prueba la infraestructura de una ciudad, sino también la capacidad de respuesta de una sociedad»
Los Productores Asesores, que a menudo son vistos como técnicos o meros vendedores de pólizas, tienen en sus espaldas un rol mucho más amplio. No solo se trata de explicar qué cubre una póliza o cómo se tramita un siniestro, sino también de ayudar a comprender los riesgos a los que una persona está expuesta y cómo enfrentarlos de manera efectiva.
Pero el verdadero impacto de esta tragedia se mide no solo en los daños materiales, sino también en el sufrimiento humano. En Bahía Blanca, como en cualquier otro lugar golpeado por una catástrofe, los lazos de confianza que se construyen entre un Productor Asesor y sus clientes se transforman en una herramienta vital para la contención y recuperación.
«Los Productores Asesores son los brazos que contienen y acompañan a las familias en su desesperación»
Aquellos que se dedican a este oficio conocen de cerca a sus asegurados, a sus vecinos, a sus amigos. Esta cercanía, forjada durante años de trabajo conjunto, permite que en momentos como estos, no solo se brinden respuestas técnicas, sino también apoyo emocional.
Sabemos de casos donde Productores Asesores han ido más allá de su labor profesional para ayudar a quienes lo necesitan. Algunos han ofrecido refugio a familias desplazadas, otros han ayudado a salvar mercadería de comercios inundados, y algunos incluso han lavado ropa empapada para que la vida continúe, aunque sea en medio del barro. Este gesto humano, este apoyo sin condiciones, es el verdadero rostro del sector asegurador en una tragedia de estas dimensiones.
A veces, la diferencia entre superar o no una catástrofe, más que en la cobertura de daños, está en el consuelo que se brinda a los que han perdido todo. Como bien dicen los propios Productores Asesores, «es importante estar cerca de nuestros clientes, que muchas veces se convierten en amigos».
«Los PAS no solo gestionan coberturas, sino que también ofrecen contención emocional en momentos de crisis»
En este contexto, no podemos dejar de reflexionar sobre cómo las catástrofes climáticas nos obligan a reforzar la cultura aseguradora, y que nuestro sector entienda que su rol va mucho más allá de los contratos y las pólizas. La verdadera recuperación tras una tragedia pasa también por decir presente, y eso, los Productores Asesores de Seguros, lo saben más que nadie.
Desde FAPASA, y desde cada rincón del país, se levanta una voz de esperanza para Bahía Blanca. La solidaridad, el compromiso y el trabajo en equipo son las herramientas que nos permitirán salir adelante. Y en ese proceso, los PAS estarán siempre al frente, no solo como asesores, sino como seres humanos dispuestos a dar todo por sus comunidades, mucho más allá de cualquier obligación profesional.