La aventura como forma de vida

FAPASA

Lisandro Adrián Redivo es Productor Asesor de Seguros, miembro del Consejo Directivo de FAPASA y de APAS Bahía Blanca. Combina su profesión con una gran pasión: el trekking, una modalidad deportiva no competitiva que practica hace más de una década. Esta actividad lo ha llevado a recorrer caminos precolombinos, montañas agrestes y selvas imponentes, en una búsqueda constante de conexión con la naturaleza.

¿Cuándo te iniciaste en el mundo de los seguros?

Obtuve mi matrícula en mayo de 2012. Apenas me recibí, un amigo, Julián Briatore, me presentó a Marta Marchant, quien en ese momento era presidenta de APAS Bahía Blanca. Gracias a ella y a otros colegas como Agustín De La Uz y Mirian Ripossati, empecé a participar en las reuniones del Consejo Federal. Ahí comprendí la importancia de las instituciones y me involucré de lleno en la actividad.

¿Dónde vivís actualmente?

En Bahía Blanca, provincia de Buenos Aires.

¿Cómo nació tu pasión por el trekking?

El trekking es mucho más que un hobby, es una forma de vida. Al principio, me preparaba para hacer una travesía al año, pero con el tiempo fui intensificando la práctica. En 2024 realicé dos expediciones: una en abril y otra en septiembre. Es una manera de desconectar, de volver a lo esencial y de renovar energías. Aunque cuesta adaptarse nuevamente a la rutina, cada experiencia es invaluable.

«El trekking es mucho más que un hobby, es una forma de vida, una manera de desconectar, de volver a lo esencial y de renovar energías»

¿Dónde practicás trekking?

Suelo recorrer caminos precolombinos que comienzan en montañas de gran altura, muchas veces con nieve, y terminan en zonas selváticas como las Yungas, tras varios días de caminata.

¿Cómo equilibrás tu vida profesional con el trekking?

Es un desafío, pero lo hago parte de mi rutina. El trekking requiere planificación y preparación previa, lo que me permite organizarme sin afectar mi actividad profesional.

¿Cómo te preparás para una expedición?

Meses antes de la travesía empiezo a estudiar la zona, analizar mapas y organizar el equipo. Cada salida implica entre 8 y 10 horas diarias de caminata por terrenos poco transitados. Entrenar físicamente es clave, pero también lo es la preparación mental: el mayor límite es el que impone la mente.

¿Cuál fue tu experiencia más desafiante?

Sin dudas, el “Camino del Choro” en Bolivia. Fue una de mis primeras expediciones en solitario, y además tuve que atravesar puentes colgantes en muy mal estado, con un río crecido por las lluvias. En un momento, el puente que debía cruzar tenía un cartel que advertía sobre su estado precario. Revisé los peldaños y uno de ellos se quebró bajo mis pies. Afortunadamente, logré sostenerme y evaluar alternativas. Finalmente, encontré un tronco que servía de pasarela natural y, mochila en mano, lo crucé con extremo cuidado. Fue una experiencia extrema que me enseñó sobre resiliencia y superación.

«Cada salida implica entre 8 y 10 horas diarias de caminata, por lo que entrenar físicamente es clave, pero también lo es la preparación mental: el mayor límite es el que impone la mente»

¿Qué consejo le darías a alguien que quiere iniciarse en el trekking?

Que se prepare física y mentalmente. La elección del equipo adecuado es fundamental: un buen calzado, una mochila ergonómica y un plan de alimentación acorde marcan la diferencia. También es clave informarse sobre la ruta y estar siempre listo para adaptarse a lo inesperado.

Trekking realizados:

    • Tilcara – San Francisco, Jujuy, Argentina (2013 y 2024)
    • Camino precolombino del Choro, Departamento de La Paz, Bolivia (2017 y 2022)
    • Camino precolombino Yunga Cruz, Departamento de La Paz, Bolivia (2023 parcial y 2024 completa)

 

Sobre el trekking

Si bien se utiliza su nombre en inglés, «excursionismo» es la traducción de  esta modalidad deportiva no competitiva que consiste en recorrer de forma autónoma, generalmente a pie, parajes aislados con dificultad de tránsito, tales como zonas montañosas o lugares remotos sin senderos.