Diversificación de cartera: una mirada diferente a nuestro entorno

FAPASA

Lic. Graciela Román

Innovación, tecnología, actitud, cambio de mirada, inteligencia artificial, atención personalizada, reinvención, fidelización… términos que a diario recibimos y buscamos incorporar como herramientas necesarias para adaptarnos, acercarnos a las necesidades de los asegurados, a un mercado cambiante y, a una buena y exitosa relación con las aseguradoras. La Lic. Graciela Román, docente del Centro Federal de Capacitación de FAPASA, analiza estos temas a la luz de su vasta experiencia en la materia.

La automatización y digitalización permiten elevar los niveles de eficiencia y eficacia, agregando un auténtico valor.

Interesante… Sí, ¡¡¡muy interesante!!!

Dentro de este torbellino, creo que nos estamos olvidando de algo muy importante: “los principios técnicos del seguro” como cimiento sólido, para el ejercicio de la profesión.

Ahora bien. ¿Qué nos está pasando? … «Mi cartera no crece, estoy en una meseta»… Mi conversación interior de no posibilidad, aporta diciendo: «Nadie compra, todo está difícil, etc. etc. No hay plata»… 

Y la posible acción pasa a la inacción

Nos quedamos a esperar nuevas oportunidades, volcando toda la energía en la queja, enojo… y en convencernos a nosotros mismos que todo el contexto es así.

Crecer va acompañado de generar acciones, de la buena diversificación de la cartera.

¡¡¡Uh!!!  ¿De qué estamos hablando? ¿Qué es esto, de una buena vez?

Diversificar es ofrecer nuevos productos, servicios, desarrollar un nuevo punto de vista para los productos, servicios ciertos, buscar perfiles diferentes de clientelas con necesidades.

Lo que era uniforme, variarlo, ofrecerlo de forma diferente. Despertar interés. Mostrar que estamos preparados para escuchar y tomar decisiones en conjunto

«Diversificar es ofrecer nuevos productos, servicios, desarrollar un nuevo punto de vista para los productos, servicios ciertos, buscar perfiles diferentes de clientelas con necesidades»

Para lograrlo, primero requiere trabajar sobre uno mismo: cambio de actitud, reconocer que no sabemos todo, que hay otras posibilidades y que el éxito pasado no garantiza el éxito futuro.

Haber estado años en el mercado no es una garantía, sí un aporte muy valioso, abre la mirada a las nuevas posibilidades. Negar lo nuevo, frena el crecimiento. Sumar experiencias vividas con las nuevas herramientas que ofrece el mercado, da solvencia, una fuerza indestructible.

Ser nuevo en el mercado, con un bagaje rico en las nuevas tecnologías, tampoco es garantía de éxito. Nutrirse de conocimientos de épocas anteriores enriquece dando un valor a la profesión.

Estas mejoras no solo están redefiniendo una nueva forma de operar, ayudan también y acompañan mejorando la rutina del cliente y perfeccionando la gestión.

Como Productores Asesores de Seguros no podemos dejar de conocer los apoyos fundamentales de nuestra profesión: las leyes 12988, 17418, 20091 y 22400.

Ellas nos nutren de conceptos para:

  • Asesorar correctamente antes, durante y después de cada intermediación.
  • Resolver conflictos, desde los fundamentos legales ante nuestros clientes y también con las aseguradoras.

Muchas veces no vemos lo importante de nuestra profesión y cuanto está en juego.

En primer lugar, la confianza, el poder que nos depositan al habernos elegido para proteger el patrimonio, la salud, la previsión en un grupo familiar.

Siempre tenemos que estar preparados, estar informados en forma permanente sobre:

  • El estado y cumplimiento de las aseguradoras.
  • Los nuevos riesgos, las posibilidades para cubrirlos o no.
  • Profundizar los elementos necesarios para un buen análisis del riesgo.
  • Saber pedir ayuda.

En el año 2020, el rol del PAS pasó a ser reconocido, valorado tanto por la sociedad en general, como por las aseguradoras. Fuimos la infantería en ese momento… pusimos el cuerpo, conectamos a los asegurados con las aseguradoras. Resolvimos problemas, hasta de clientes que no eran nuestros. Y todo esto y mucho más nos dio un lugar que no debemos perder.

¿Cómo? Ampliando la mirada sobre lo que nos rodea, de lo que pasa en el mundo, hoy no existen las fronteras. Estudiando, adelantarnos a los posibles riesgos que luego se van a convertir en una necesidad posible de cubrir. Aceptar los cambios…

«Negar lo nuevo, frena el crecimiento. Sumar experiencias vividas con las nuevas herramientas que ofrece el mercado, da solvencia y una fuerza indestructible»

No limitarnos al ramo automotores, a un combinado familiar básico… el cambio climático nos está llevando a mucho más, y ahí sí tenemos que poner foco en los principios técnicos especiales, distinguir una cobertura básica de un producto, qué es un adicional y qué no, qué se puede cubrir, y qué dice la letra chica…

Somos la letra grande para nuestros clientes y eso es un valor agregado incalculable. Solo que, para ser la letra grande, hay que ser responsable con el asegurable y con nosotros…

Elegimos una profesión muy asociada a la función social.

Capacitarnos en forma continua es un compromiso, una exigencia del mercado y, podemos decir, una obligación como profesionales.

«Somos la letra grande para nuestros clientes y eso es un valor agregado incalculable. Solo que, para ser la letra grande, hay que ser responsable con el asegurable y con nosotros»

No hay dudas que el Productor Asesor de Seguros en su actividad de intermediación, promoviendo la concertación de contratos de seguros, asesorando a asegurados y asegurables, colaborando en generar conciencia aseguradora y saneando el sistema, fue y seguirá siendo el PILAR fundamental del negocio.

Actuando siempre, “con diligencia y buena fe”, conforme a la LEY y a los PRINCIPIOS TÉCNICOS aplicables al caso.